miércoles, 7 de septiembre de 2011

La batalla recién comienza (cap. 1: "La televisión externa")

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   Pensaba que quizás es cierto que es mejor hacer nada, aunque mas difícil.
   Cuando me dispongo a la tarea, generalmente delante de mí descansa algún televisor esperando con ansias ser el centro de atención. Tan acostumbrados están los pobres a brillar de vacío que el vacío ajeno les presta envidia supongo. Así que con todas sus energías atentan conseguir el interés enajenado de quien tengan por delante. Pareciera cosa e´ Mandinga como de repente, justo al ladito de la única mano que reposa sobre la mesa aparece el enviado del mal, con sus botones engañosos, tan suaves, hasta casi tiernos diría, haciéndole creer a una que tiene el control de la cuestión.
   Pero resisto! Y lo asesino con la ignorancia! A él y a su enviado del mal! Y entonces, en el momento en que más cómoda me siento, pensando que he ganado una batalla, me doy cuenta que estoy enredada en otra, que es la que resulta de estar pensando que pienso que he ganado una batalla! Ahí comienza todo.




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